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Mujeres contra la ocupación y la defensa de los derechos humanos

Sáhara Occidental

El activismo político y de derechos humanos de las mujeres en el Sáhara Occidental tiene una larga trayectoria. Ya durante la ocupación colonial española, en las décadas de 1960 y 1970 las mujeres saharauis jugaron un papel determinante en la gestación y desarrollo del proceso revolucionario que dio lugar a la creación del Frente Polisario en 1973 y que promovió la lucha de liberación nacional. En 1975 Marruecos inició la ocupación militar y civil del Sáhara Occidental a través de la conocida como Marcha Verde", estrategia con la que consiguió presionar para la firma de los Acuerdos Tripartitos de Madrid, un pacto ilegal por el cual el Estado español abandonó el Sáhara Occidental y permitió su reparto entre Marruecos y Mauritania, en lugar de proceder a su descolonización siguiendo el mandato de las Naciones Unidas. Este fue el inicio de la guerra que enfrentó al Frente Polisario tanto con Mauritania (1975-1979) como con Marruecos (1975-1991).

La violenta ocupación marroquí supuso el inicio del éxodo y de la separación del pueblo saharaui; miles de personas huyeron al desierto bajo los bombardeos, y finalmente lograron encontrar refugio en Tinduf, Argelia, donde aún permanecen en campamentos después de más de cuatro décadas y sin posibilidades por el momento de regresar a su país. En las duras condiciones del refugio, las mujeres organizadas a través de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis (UNMS) (http://www.mujeressaharauisunms.org/) asumieron el protagonismo de la organización civil y el mantenimiento de los campamentos, llegando a ser una de las experiencias organizativas en situación de refugio más estudiadas y destacadas en el mundo. La vida en los campamentos continúa siendo de alta vulnerabilidad y dependencia de la ayuda exterior, sin que la comunidad internacional actúe para facilitar el retorno. Otra parte del pueblo saharaui permaneció en su territorio y enfrenta hasta la actualidad las políticas represivas de Marruecos; otra parte se encuentra exiliada lejos de su tierra, y otra parte -la menor- vive en los territorios que lograron ser liberados por el Frente Polisario durante la guerra.

El coste de reivindicar el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación ha sido siempre muy alto para las activistas saharauis, quienes han sufrido constantes violaciones de derechos humanos por parte del Estado marroquí, tales como: detenciones arbitrarias, desaparición forzada, cárcel, tortura, violencia sexual, desplazamiento forzado, despojo, etc. En el Sáhara Occidental ocupado continúan siendo sometidas a distintas modalidades de represión y control, con consecuencias especialmente negativas en el ejercicio de sus derechos a la libertad de reunión, expresión, manifestación y circulación, así como en sus derechos económicos, sociales y culturales (https://www.youtube.com/watch?v=wKKa5T_nwTE). Con todo, distintas generaciones de mujeres saharauis continúan en lucha, con acciones para la propia supervivencia y el apoyo mutuo, la demanda de autodeterminación, la denuncia de la ocupación, la preservación de la identidad cultural saharaui, la participación en organizaciones de derechos humanos, la defensa de los recursos naturales de su tierra frente al expolio marroquí, el apoyo a saharauis encarcelados y la recuperación de su memoria colectiva como parte de las estrategias de resistencia (http://publicaciones.hegoa.ehu.es/publications/348).