Instituto de Estudios sobre
Desarrollo y Cooperación Internacional

La nueva Ley de Cooperación y Solidaridad presenta avances en coordinación interinstitucional y coherencia de políticas

Fecha: 18 de Marzo de 2024

El 29 de febrero se publicó en el Boletín Oficial del País Vasco la Ley 3/2024, de 15 de febrero, de Cooperación y Solidaridad, que tiene por objeto establecer y regular el régimen jurídico de las políticas de las administraciones públicas vascas en materia de cooperación y solidaridad. Ha contado con el amplio apoyo del PNV, PSE-EE, EH Bildu, Elkarrekin Podemos-IU y PP.

La Ley otorga una mayor relevancia política y social a las iniciativas de cooperación internacional en Euskadi, reconociendo la trayectoria y el papel fundamental de las ONGD vascas como agente impulsor de esas políticas. Asimismo, pretende dotar de un presupuesto previsible a dichas políticas, reflejando la necesidad de avanzar hacia el objetivo de dedicar el 0,7% del presupuesto del Gobierno Vasco a cooperación al desarrollo.

Entre otras cuestiones, esta norma avanza en la coordinación de los diferentes niveles institucionales implicados en la cooperación pública vasca y reconoce a la UPV/EHU como agente de cooperación y solidaridad.

Recoge como enfoques prioritarios el enfoque de derechos humanos, el enfoque feminista, el enfoque local-global, el enfoque ecosocial, el enfoque de base territorial y el enfoque de coherencia de políticas para el desarrollo sostenible (CPDS). La CPDS, en concreto, recibe un impulso específico, reconociendo la importancia de que las políticas de otros departamentos sean coherentes con los principios y objetivos de la política de cooperación.

Algunas cuestiones prioritarias no han quedado suficientemente visibilizadas. Los impactos de las políticas, estructuras económicas, comportamientos y valores de nuestras sociedades están también en el origen de la insostenibilidad, la injusticia y las desigualdades, tanto locales como globales. Por ello, habría sido deseable un compromiso más explícito con la educación para la transformación social, a fin de reforzar la importancia de las acciones educativas, de sensibilización y de promoción de valores y prácticas alternativas en nuestras sociedades para alcanzar los objetivos de la cooperación y la solidaridad.

Otro factor de preocupación es la apertura a la incorporación de nuevos agentes al trabajo de la cooperación. Es necesario buscar el equilibrio entre, por un lado, la necesidad de ampliar la relevancia social de la cooperación y, por otro, el riesgo de mercantilización de la misma. En los próximos años habrá que mantener una perspectiva crítica para que no se vacíen de contenido los principios y enfoques que han venido caracterizando a la cooperación vasca, basada en la solidaridad desinteresada.

El proceso de elaboración de la ley, liderado por la Gobierno Vasco, se ha prolongado durante más de dos años, y ha estado abierto a la participación de las ONGD y otras organizaciones de la sociedad civil. El Instituto Hegoa ha participado en estos espacios, junto con la Coordinadora de ONGD de Euskadi, entidades académicas y otros agentes. El proceso, sin embargo, no se agota en la ley. Ahora queda el desarrollo de la política en las diferentes administraciones públicas. La participación, por tanto, sigue siendo necesaria para aportar a unas políticas vascas de cooperación de calidad, estables y que permitan responder a los principales desafíos locales y globales  que afrontamos.


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